El pasado mes de marzo, varios vecinos de Torrecampo se concentraron ante las cámaras de la televisión autonómica para manifestar su desacuerdo con la supresión de la línea regular de viajeros que une Torrecampo-Pozoblanco y Córdoba. Situación que afecta también a los municipios de Pedroche y El Guijo.
El transporte público de viajeros supone un medio de vital importancia para un nutrido número de habitantes de las poblaciones rurales que no disponen de vehículo propio para desplazarse tanto al hospital comarcal como a la capital de provincia. No se trata de ningún privilegio sino de un derecho de los ciudadanos. Uno de esos derechos que caben dentro del Estatuto de autonomía, y por ende de la Constitución Española, cuyos textos promulgan aquello de la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político, la cohesión territorial y la especial protección del medio rural, tratando de fijar la población en el mismo. Lo cierto es que esta situación se podría achacar a la tan manida crisis, sin embargo es un tema que lleva tiempo dando coletazos.
En principio se optó por una solución transitoria, que nunca se llevó a cabo. Mientras tanto los regidores municipales sancan balones fuera, lo que nos hace volver a cuestionarnos¿para quienes gobernáis?, ¿cómo se puede tener tanto desprecio y despreocupación por los ciudadanos? Una vez más hemos de afirmar que son la desidia, la despreocupación ,la incapacidad y el desprecio los principios por los que se rige nuestra política municipal y autonómica.
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