(Foto de Juan Romero en facebook)
Renovarse o morir, o mejor, reinventarse y vivir. Ese debe ser el lema adoptado por nuestro buen amigo Fernando, propietario del Pub Almogávar, que en los últimos meses ha organizado sendas exposiciones de fotografía de una joven torrecampeña que se está iniciando en ese mundo y otra de los tradicionales torrezneros. Para este domingo nos propone una exposición de dornillos, utensilio hecho con madera de encina, de la teta más concretamente, que se utilizaba como recipiente para la preparación de gazpachos, salmorejo, pistillo, gazpachuelo y un sinfín de comidas que hasta hace no tantos años suponían la base de alimentación de nuestros vecinos. Este tipo de actividades, por irrelevantes que puedan parecer, además de vitalizar la aparcería del domingo, cumplen la doble función de recuperación de nuestras costumbres y de su puesta en valor, como eje dinamizador del turismo cultural y gastronómico.Y como esto parece que marcha, me permito sugerir para la próxima ocasión una exposición y degustación de platos típicos torrecampeños tales como cachorreñas, migas abajás, gazpachuelo de caza, menudillo,...
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