Entrada de la Virgen de Veredas en su Santuario, acompañada musicalmente por la Agrupación Musical "Guadamora" de Torrecampo.
Vídeo cortesía de Miguel A. P.C.
La multitud de romeros abarrota la explanada
para escuchar la Santa Misa.
Espectaculares vistas con Sierra Madrona al fondo.
Vista de la explanada central.
Agrupación Musical "Guadamora" de Torrecampo
Majestuosa, Veredas camina con Torrecampo.
Hermano Mayor
Promesas
La "plancha", lugar de "La Aparición"
Guadamora
Retenciones para llegar a la explanada del Santuario.
Vídeo realizado por J.R.T.
Decía un vecino de una localidad de Los Pedroches que "en llegando Veredas, el Valle huele a mayo y a fiesta". A lo que otro paisano le respondía, "siempre ha sio así".
Siempre ha sido así y así es. Veredas, el Primero de Mayo, marca en el calendario un hito festivo comarcal.
Tras tres días de vísperas festivas con tiempo inestable, amaneció el claro día y la Virgen de Veredas volvió a reunir en su santuario a miles de personas procedentes de toda la geografía nacional.
Retenciones para llegar a la explanada, varales abarrotados de fieles devotos y multitudinaria procesión protagonizaron una jornada romera en la que convivencia, sentimientos, fiesta, pasión y devoción fueron los ingredientes principales.
La venerada patrona de Torrecampo, la Virgen Coronada del Valle de los Pedroches, la Virgen de las Veredas, amanece siempre radiante cuando nace mayo. Poco importa la distancia, los avatares que la vida te depare, las circunstancias de cada uno.
Veredas supone un alto en el camino, un punto y aparte, el comienzo de una nueva andadura.
Y así, cada Uno de mayo, cada año más, el Valle del Guadamora, hierve de una fe multitudinaria, alegre y festiva, única e irrepetible.
Veredas son reencuentros, promesas cumplidas y anhelos soñados. Añoranzas vividas, deseos realizados. Hermandad y gozo. Horizonte cercano y ocaso certero. Olores, colores y sabores de una tierra bendita. Tacto natural y sones divinos.
A MJ, siempre, MJ.
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