lunes, 28 de diciembre de 2020

Trifulca en Torrecampo en el concurso de decoración navideña de calles.

 



Vecinos de la calle Fuente Nueva
 comentan alarmados la  citación recibida. 

Para sorpresa navideña y para finalizar el año,  la que se han llevado algunos vecinos de Torrecampo, que han recibido un requerimiento judicial por los altercados que se vivieron en la tarde noche del pasado 26 de diciembre a causa del concurso convocado por el consistorio torrecampeño para adornar las calles con motivo de las fiestas navideñas. 

Nacimiento de calle María Tolo
sin niño Jesús,  presuntamente 
sustraído por Fuente Nueva. 



Nacimiento de María Tolo con 
Niño Jesús. 

Como decimos, el Ayuntamiento de Torrecampo ha convocado un concurso de calles para animar a los vecinos y fomentar el espíritu navideño y de colaboración. 
Los premios, nada despreciables,  consisten en tres cantidades en metálico de 3000€, 2000€ y 1000€ por calle, acompañados de un jamón, paleta y salchichón ibéricos,respectivamente, para cada domicilio de la calle.

Al parecer, durante el discurrir de los miembros del jurado,  los vecinos de la calle Fuente Nueva,  trataron de influir en las personas encargadas de valorar, a los que ofrecieron vino y anís,entre otros licores, así como todo tipo de viandas y dulces,  en tanto que alabaron su labor adornando la calle al tiempo que criticaban otras calles,  ensañándose especialmente con la calle María Tolo.

Nacimiento confeccionado por los vecinos de la calle Fuente Nueva. 

Así las cosas,  los miembros del citado jurado continuaron su recorrido callejero, pero sin prestar la debida atención al resto de calles, según comentarios de la vecindad de otras calles como Vieja o Padre Sanchez.
Y así terminó la tarde de valoración,  sin que hasta el momento haya sido publicado su veredicto. 

Hurto del niño Jesús de Fuente Nueva 
captado por una cámara de video vigilancia. 

Los rumores de intento de amaño del concurso han corrido como la pólvora en todo el pueblo hasta el punto que María Tolo acusa a Fuente Nueva de haber sustraído al niño Jesús de su nacimiento, hecho que no se ha podido contrastar. 

Por contra,  la video vigilancia callejera, sí que ha captado el momento en el que un vecino de María Tolo hurtaba el niño Jesús que los vecinos de Fuente Nueva tenían en su pesebre. 

La imagen del hurto, si bien no se llegó a difundir en redes sociales,  si que se ha transmitido vía WhatsApp por todo el pueblo. 




          Licores y mantecados ofrecidos por 

Fuente Nueva. 




Embutidos y bota de  vino ofrecidos por María Tolo.

Conocidos los hechos por las autoridades municipales,  se convocó a los vecinos de sendas calles implicadas a un acto de conciliación para tratar de aplacar los ánimos,  aunque vistos los requerimientos judiciales recibidos por los vecinos, tal intento no llegó a buen puerto. 

En el acto de conciliación, además de los vecinos y autoridades municipales,  estuvieron presentes los miembros del jurado quienes tras afirmar que la decisión de los premios aún no se ha tomado, reconocieron que Fuente Nueva los agasajó de forma excesiva, pero que hay que tener en cuenta que tales vecinos,  al menos, ofrecen licor y mantecados a los visitantes. 

Este comentario indignó enormemente a la comitiva de María Tolo,  que acusó al jurado de dejar manipularse fácilmente,  lo que ratifica el testimonio de otras calles de pasar por ellas sin la debida atención,  ya que ellos ofrecen vino y embutidos de Torrecampo,  pero que no le ofrecieron porque quieren "jugar limpio".

Además,  de este detalle,  indicaron tener varios testigos que han visto cómo todas las mañanas personas cercanas al Ayuntamiento de Torrecampo reponen los licores y mantecados en Fuente Nueva,  mientras que el almuerzo lo hacen bebiendo de la bota de vino y comiendo los embutidos de María Tolo. 

El cruce de acusaciones fue subiendo de tono y fue necesaria la intervención de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. 

La alcaldesa de Torrecampo ha declinado hacer cualquier declaración al respecto y  apela al sentido común y responsabilidad de los vecinos a los que ruega paz y amor en este fatídico año.






domingo, 6 de diciembre de 2020

Tiempo de la aceituna.

 

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Cuadrilla de aceituneras

No es Torrecampo un municipio en el que el olivar haya arraigado como cultivo que diversifique su economía, como en zonas cercanas de las sierras de Adamuz, Villanueva de Córdoba, Obejo o Pozoblanco.
No obstante , sus jornaleros han sido durante décadas muy codiciados para la recolección de la aceituna en esos y otros lugares.

Llegando diciembre comenzaba la temporada de aceituna que se prolongaba hasta bien entrado el mes de marzo.

Avisados por el dueño del olivar, los manijeros se encargaban de buscar la cuadrilla formada tanto por hombres como por mujeres.
Las cuadrillas estaban formadas por pares (dos mujeres), de tal modo que a cada par correspondía un vareador.

El número de integrantes de las cuadrillas variaba en función de la superficie del olivar a recolectar, así había cuadrillas de cinco, diez , quince,...pares más su vareadores correspondientes. La edad de las cuadrillas, desde los diez años.

Las familias preparaban un cajón con la comida y utensilios para la temporada. Bacalo, morcilla, tocino, garbanzos, sal o nabos que enterraban para conservarlos durante más tiempo frescos. Sartén, navaja, plato, un puchero ,la cuchara y un par de mantas completaban el parco ajuar. 
El desplazamiento hasta el tajo se realizaba en camiones, carros o incluso andando más de cincuenta kilómetros en muchos casos.
 

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Cuadrilla año 1967

Una vez en el cortijo, hombres y mujeres, en el mismo habitáculo, preparaban su cama, para lo que hacían un cerco rectangular de palos entre los que amontonaban  hierbas silvestres que tapaban con una manta a modo de colchón.

En cuanto a la comida, cada uno se preparaba la suya, arrimando sartén o puchero a una candela común.

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Foto de grupo en el que destacan el típico sombrero,
pañuelo y manguitos.


De lunes a domingo, salvo nieve o lluvia, desde el amanecer hasta la puesta del sol, la cuadrilla realizaba su trabajo.

Se adelantaban en su función los vareadores para echar las aceitunas al suelo(no se ponían fardos) a los que seguían cada par(dos mujeres), ataviadas con mandil, manguitos y maniquíes para proteger los dedos del frío y la esportilla.

Tras los pares , la figura de la "rebuscaora"  que recogía las aceitunas que se iban quedando atrás.

Terminado un olivo, "el poneor" iba indicando el siguiente olivo a recoger. El manijero, por su parte, se dedicaba a dirigir la cuadrilla.

Cuando se llenaba la esportilla se llevaba  a la criba, para separar aceituna de hojas, y de la criba a la cuartilla.
Por cada cuartilla o medida se entregaba una chapa a la aceitunera, por lo que cuantas más chapas consiguieras más se ganaba.
De regreso al cortijo, por la noche, se entregaban las chapas al manijero , que las apuntaba en un cuaderno a modo de contabilizar la productividad



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Durante la aceituna se hacían amistades
de las de toda la vida.

Especialmente esperado era el 20 de enero, día de San Sebastián, patrón de los aceituneros. Ese día se recibían visitas de los familiares y se aprovechaba para reponer víveres.
Era un día de fiesta en el que se organizaban bailes y pequeños festines, bien en la cantina más cercana o en el propio cortijo.

Durante el mismo se bailaban las típicas jotas y se cantaban las copillas de las aceituneras, alabando a la cuadrilla y criticando al manijero

"Las aceituneras que vienen aquí
saben trabajar y saben sufrir,
porque se enseñaron a muy corta edad
y en ningún trabajo se han quedado atrás" 

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Nuestro manijero así nos decía:
cogerlas deprisa que no están tan frías,
que no están tan frías ni están tan pegás,
cogerlas deprisa para terminar.

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Cuando volvamos al pueblo
si no nos pasa nada,
a la Virgen de Veredas 
iremos a visitar.

Viva nuestra madre Virgen de Veredas
con su Guadamora cubierto de adelfas
y con su explanada tan verde y florida 
donde disfrutamos en su romería.


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Foto de celebración un vez terminada
la recolección de aceituna en la Virgen de Veredas
(año 1967)

Terminada la temporada de aceituna, las cuadrillas organizaban un día de fiesta en el Santuario de la Virgen de Veredas, día en el que coincidían varias cuadrillas.
Previa a la salida hacia la ermita salían cantando estas y otras coplillas por las calles del pueblo.

A la buena gente de Torrecampo, a la gente sencilla y trabajadora, que durante tantos años cultivó y se labró merecida fama en la comarca y que pese a la sangría migratoria y deplorables condiciones económicas trabajaron muy duro y con ilusión con la esperanza de un futuro mejor.
A mis padres.
A mis tías Andrea y Ana. 
A Lorenzo, Juana, Sebastián y Gregoria(QPD), ejemplos de trabajo, humildad y saber estar.