La minería constituye uno de los capítulos menos estudiados, pero más significativos en la historia económica de Torrecampo y de la comarca de Los Pedroches. Aunque la imagen tradicional de este territorio está vinculada a la ganadería, la agricultura de secano y el aprovechamiento de dehesas, los testimonios documentales y materiales evidencian una prolongada actividad minera que hunde sus raíces en época antigua.
En el siglo XVI ya se
registran explotaciones en la zona. Un ejemplo destacado es el acta de 1574 en
la que se consigna una mina de estaño en la Cañada del Herrero, citada por
Nicasio Antón del Valle en su Minero Español. Este registro conecta
Torrecampo con la política minera de la Corona, que, bajo Felipe II, trató de
sistematizar el control y aprovechamiento de los recursos metálicos para
responder a la demanda creciente de metales estratégicos.
Durante la Edad Moderna
y la Edad Contemporánea, la riqueza geológica de Torrecampo —situado en la
transición entre la penillanura del Valle de los Pedroches y las estribaciones
de Sierra Morena— fue objeto de sucesivas prospecciones. Su localización en el contacto
entre terrenos graníticos y paleozoicos favoreció la aparición de minerales de plomo
argentífero, cobre, estaño, volframio, uranio y vanadio, entre otros.
El ingeniero de minas Antonio
Carbonell Trillo Figueroa, en 1928, recogió en su Catálogo de las minas de
Córdoba un detallado inventario de enclaves mineros de Torrecampo, algunos
ya abandonados y otros apenas en fase de prospección. Su enumeración no solo
constituye un repertorio geológico, sino también un testimonio del interés que
en el primer tercio del siglo XX despertaban los recursos estratégicos como el tungsteno
o el uranio, en un contexto marcado por la Primera Guerra Mundial y las
tensiones de la posguerra.
El estudio de la
minería en Torrecampo permite, por tanto, comprender:
- La integración de este municipio en
los circuitos históricos de explotación minera de Sierra Morena.
- La coexistencia entre economía
agroganadera y actividad extractiva en Los Pedroches.
- La persistencia de la memoria
toponímica, pues muchos de los parajes mineros citados (Las Torcas, Cerro
Gordo, Navaluenga, Carboneras, etc.) siguen identificándose en el paisaje
actual.
Así, el caso de
Torrecampo constituye un ejemplo singular de cómo la minería, aunque nunca
alcanzó un desarrollo industrial comparable al de otras zonas de Sierra Morena,
formó parte esencial de su patrimonio histórico, económico y cultural.
Vista parcial del complejo minero de Las Torcas.
A continuación, se reproduce el contenido, con una redacción actualizada y notas aclaratorias.
“Escoriales
cobrizos
Se han señalado en el
Cerro de las Herrerías (denominación ya de por sí elocuente)
Estaño
Don Nicasio Antón del
Valle, en su Minero Español, refiere que en Torrecampo, jurisdicción de
Córdoba, el 1º de noviembre de 1574 se registró una mina de estaño en la Cañada
del Herrero, en una viña.
Señala también
Carbonell que se recogieron muestras de estaño en la mina “Eureka”, situada en
la Dehesa Nueva, cortijo de Villagordo, en la zona de contacto entre granito y
pizarra; y en la mina “Eureka 2ª”, colindante con la anterior.
Níquel
El níquel, mineral
asociado al bismuto, se ha reconocido en:
Mina “San José”, en Las
Rozuelas, al norte de la casa de Carboneras y al sur del río Navaluenga.
Mina “Felicidad”,
cercana al pueblo.
Mina de bismuto
“Angelita”.
Pegmatitas
Los filones de
pegmatita, importantes en minería por las sustancias raras que suelen contener,
aparecen con frecuencia en la línea de contacto entre granito y pizarras,
cortando normalmente a éstas; en ocasiones también en vetas intercaladas en las
pizarras.
Las pegmatitas
turmaliníferas se localizan:
En el camino del
Horcajo, a un kilómetro del pueblo.
En la subida del río
Navaluenga hacia el camino de Conquista (Barehonas).
En la mina “Princesa”.
Pirita de hierro
Sin interés industrial.
Se ha observado en la mina “San Jaime” y en la mina de plata “Las Torcas”.
Plata
Los minerales de plomo
de la zona de Torrecampo acusan con frecuencia alta ley en plata. Ejemplos:
Mina “Andresito”, en el
límite con El Guijo.
Mina “San José”, en
Cabezadas (1 y 2).
Cerro Gordo de los
Cabezos, junto a Las Torcas, en el camino de éstas a Torrecampo.
Las minas de Las
Torcas, situadas en terrenos paleozoicos y graníticos, presentan labores
antiguas. El filón parece orientado al N. 22º E., cortando el río Guadalmez y
penetrando en la provincia de Ciudad Real, hacia el molino de la Jurada y la
fuente del Escuerzo.
En tierras de Ariba se
constata alta ley en plata y plata nativa. Se exploró allí un pozo de 7 m.
Otras minas de
plata-plomo mencionadas son:
“El Guadamora”, camino
de la huerta de Galleguito, arroyo de Las Torcas (pozo de 25 m).
“Las Torcas Segundas”,
colindante con Las Torcas, junto al río Guadalmez y el molino de la Jurada.
Plomo
Numerosos enclaves del
término de Torrecampo han ofrecido indicios de galena:
Cerro Gordo de los Cabezos (Umbría): calicata en terreno de D. Juan Santofimia.
Dehesa Nueva, arroyo de Guadamora:
crestón de Cañantrillo (Cañada del trillo) en el contacto del cambriano y el
granito.
Caballeras, arroyo de Chorreros: minas
“Te Veo”, “San José” y “Te Miro”, en el camino de Torrecampo a Las Torcas.
Vuelta de la Herradura, arroyo de la
Jurada: plomo asociado al cobre.
Dehesa Vieja: zanja de 10 m sobre un
criadero en forma de filón con rumbo NE y buzamiento de 70º; potencia 0,50 m;
galena con cuarzo y caliza; pozo de 4 m en granito.
Otros puntos señalados: Pozo Ancho y de
las Juradas (camino del Guijo), Laguna del Ladillo, Hornero, Molinero, arroyo
de Santa María, Rozuelas, arroyo del Coto, Quinto de Fresnadillas, cerro del
Alcornocal, Toriles de Cañada Herrero, Rivera, Pozo de Perfecto, callejón
Zorrero, huerta del Rico, Dehesa de Salitrares, Los Rubiales, arroyo del Prado,
Tres Cruces, Navaherodes, Quiñones, Ejido de Torrecampo y Ropereza.
Otros registros notables:
Mina “Mercedes”, en el camino de El
Guijo.
Mina “Angelito”, en Los Batanejos y
arroyo de Navalahacienda.
Mina “Andresito”, en el arroyo de La
Matanza.
Peñas del Agua: calicata de 5 m sobre
filón silíceo con rumbo E. 16º N.
Tungsteno (Volframio)
El volframio se halló en la mina
“Princesa”, en Carboneras, camino de Torrecampo a Conquista, al sur del río
Navaluenga. Carbonell señala la probabilidad de nuevos descubrimientos en el
futuro.
Uranio
Se han citado sales de uranio —minerales
radiactivos— en la mina “Felicidad”, al este, y en las inmediaciones de la mina
“San Jaime” y del pueblo de Torrecampo. El autor recuerda que los minerales de
bismuto de esta zona, o acaso sus gangas, presentan radiactividad.
Vanadio
Asociado al plomo, se ha encontrado en
la mina “Andresito”, en el límite con el término de El Guijo.”
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