Llegada Hermandad filial de Madrid.
Abanderadas.
La multitud aguarda la salida de la Virgen.
Preparando las palomas
Hermano Mayor
Salida de la Santísima Virgen de Veredas de su ermita.
De camino al altar.
Presidiendo la eucaristía.
Ofrenda floral.
Viva tradición.
La Virgen Coronada del Valle de los Pedroches.
Multitudinaria procesión alrededor del Santuario.
Al cielo con ella.
De regreso a la Ermita.
Torrecampo es Veredas y Veredas es Torrecampo. Tanto monta, monta tanto. El primero de mayo cordobés tiene acento serrano. Torrecampeños y devotos de la Virgen de Veredas reviven cada año un encuentro con sus profundas raíces, en un entorno natural excepcional y alrededor de una advocación mariana que excede los límites comarcales y provinciales.
Así en una jornada algo más fresca de lo habitual la Virgen de Veredas protagonizó una de las romerías más multitudinarias de los últimos años, y lo que es más importante, una romería en la que los sentimientos estaban ,como la propia primavera reinante, más a flor de piel que nunca. Orgullo y devoción entorno a la patrona de Torrecampo y la Virgen Coronada del Valle de los Pedroches. Especialmente emotivos la salida y entrada de la Imagen del Santuario, donde la multitud se abalanzó entorno a la imagen haciendo gala de una pasión desatada , y en los que se viven momentos especialmente tensos e intensos. Igualmente emotiva fue la interpretación del majestuoso Himno a la Romería de la Virgen de Veredas a cargo de la Agrupación Musical "Guadamora" torrecampeña a la salida del templo y el canto de la Salve a la entrada. Cánticos, rezos, plegarias y promesas que se sucedieron a lo largo de una jornada romera en la que los sentimientos de hermandad y comunión afloran desde lo más profundo del alma torrecampeña.
Dedicatoria:
A Azahara, torrecampeña de corazón, gran devota de la Virgen de Veredas y autora de todas las fotos.
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