martes, 7 de octubre de 2025

¨Revolá¨

 



Hay canciones que logran poner palabras a lo que muchas personas viven, pero no siempre saben cómo explicar. "Revolá", del grupo Sanguijuelas del Guadiana, habla sobre un tema muy real: la dificultad de poder vivir en el lugar donde uno nació. Hoy en día, para mucha gente, quedarse en el pueblo no es una opción. Vivir y trabajar allí se ha vuelto un privilegio.

“Suerte la tuya de poder vivi'onde naces”, dice el estribillo. Y tiene razón. Muchos pueblos pierden población porque no hay oportunidades. Los jóvenes se marchan para estudiar o trabajar, y cada domingo los trenes y las carreteras se llenan de maletas que regresan a las capitales. Mientras tanto, los pueblos se quedan en silencio.

En los últimos años se ha instalado una idea muy dañina entre parte de la juventud: que volver al pueblo es sinónimo de fracaso. Como si lo valioso solo pasara en las ciudades. Como si quien elige volver —o quedarse— no tuviera aspiraciones. Nada más lejos de la realidad. Volver no es rendirse. Es decidir dónde quieres construir tu vida. Y eso debería ser una elección, no una renuncia.
El abandono rural no es solo una cuestión demográfica. Cada pueblo que se vacía pierde escuelas, servicios, cultura, relaciones, memoria. Pero también futuro. Porque no hay desarrollo sostenible si se deja atrás a media España. Y no hay igualdad si vivir donde naciste depende de tu nivel económico.

La buena noticia es que aún hay margen. Hay personas apostando por el medio rural con proyectos agrícolas, turísticos, culturales o tecnológicos. Gente que vuelve no por obligación, sino por convicción. Pero para que esas decisiones sean viables, hace falta algo más que voluntad: infraestructuras, políticas públicas, inversión, vivienda, conectividad. Todo lo que en la ciudad se da por hecho, y en el pueblo aún se mendiga.

"Revolá" no es solo una canción. Es una forma de decir “no me he rendido”. Es una crítica a lo que empuja a irse y una promesa de regreso. Porque volver no es mirar atrás, sino empezar de nuevo con otra mirada. Y como dice la última línea del tema: “Juro que volveré.”

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