Hermosas becerras.
Los corrales de animales hicieron delicias
de pequeños y mayores.
Como un burro amarrado en la puerta de un baile.
Gallinero.
Diversas escenas pastoriles.
Matanza.
Elaboración artesanal de queso.
Haciendo gazpacho en el mortero.
Carnicería.
Pescadería.
Cardando lana.
Tienda de alimentación.
Tortitas.
Bodega secadero
Huevos y caza.
Carpintería.
Fragua.
Horno de pan.
Alfarero.
A por agua a la fuente.
Bordadoras
Escribano.
Anunciación.
Palacio de Herodes.
La Casa de la Cárcel acogió una demostración y exposición de encaje de bolillos,
cuyas mujeres pasean con su arte el nombre de Torrecampo por toda España.
En la taberna.
Nacimiento.
Reyes Magos.
Castañeras.
Cestería.
Alfarera.
La Huida.
Lavanderas.
Cantareras.
Rayando y machacando aceitunas.
Elaboración de jabón.
Buscando posada.
La hermosa fachada de la antigua Posada del Moro fue
el escenario inigualable de esta preciosa estampa.
Perdices.
Anita(la de Fe) y Juana María disfrutaron
en la venta de repostería tradicional.
La fuente de los leones hace dos mil años.
Ofrendas al Niño Jesús.
Posiblemente, la estampa que arrancó más sonrisas y
más fotografías.
Centuria romana, que sorprendió al público asistente.
Mercado navideño.
Extraordinario ambiente vivido en ambas jornadas.
La ilusión no sólo es de los niños.
Agrupación Musical Gachera
El Coro Romero 1º de Mayo animó el recorrido
del belén la tarde del domingo.
En el mercado navideño se pudo degustar
y adquirir productos típicos torrecampeños.
El resultado fue un éxito rotundo. Torrecampo, su centro histórico, se convirtió en Belén. Cada escena, cada rincón, cada movimiento estaba impregnado de ilusión ,de espíritu, de ganas, de coraje, de armonía, de disfrute para todos los sentidos. Los pasajes, llenos de vida y actividad, eran exquisitas exposiciones de utensilios, vestuarios, mobiliarios, formas de hacer y de vivir,merecedoras de formar parte del mejor museo de costumbres. Mirases donde mirases, cada rincón te transportaba a los tiempos de Belén. Y tan real fue todo, que las más de 200 personas que participaron en la representación durante dos intensas jornadas, fueron habitantes de aquella época, y no vecinos de Torrecampo.
Un diez, un gran aplauso, millones de felicitaciones y agradecimientos y una buena lección: Torrecampo, ese hermoso pueblo del que tanto se nos llena la boca, ha sido, es y será, lo que sus habitantes quieran que sea .
Sin duda hemos mostrado lo mejor de nosotros, de nuestras costumbres, de lo bien que sabemos hacer las cosas. Hemos hecho gala de nuestra merecida fama de hospitalarios y simpatía. Hemos disfrutado y hemos hecho disfrutar al visitante. Y por su puesto nos hemos demostrado a nosotros mismos que todos somos muy importantes, que somos capaces de hacer lo que queramos, que juntos somos más y que Torrecampo,con su gente unida, es un pueblo vivo, amable, con futuro y con un enorme patrimonio material e inmaterial digno de se visitado, admirado y disfrutado. En definitiva, que la unión hace la fuerza, esa unión que ha hecho que el Belén Viviente de Torrecampo, en su primera edición, haya sido un éxito tanto de crítica como de afluencia. Éxito de todo el pueblo de Torrecampo, de todos sus vecinos.Enhorabuena Torrecampo. Y que cunda el ejemplo.
2 comentarios:
Cierto el Belen ha sido todo un disfrute para los participantes, y para la mirada del resto de vecinos y visitantes. Pero seguro los más importante ha sido la salida de la apatía y habitual resignación del pueblo. Agradezco cuando alguién pienso que lo más admirado del pueblo no puede ser el silencio. Estoy seguro Adrían que el pueblo puede y debe tener vida fuera del puntual folckore en épocas señaladas. Claro que esto igual que el Belén habrá que además de creerselo,propiciarlo y fomentarlo. Pero reitero muy importante que el pueblo al fin sabe que puede hacer algo sin el ado protector de una empresa que al fin y al cabo, y salvando su ayuda para la construcción y vesturio de la residencia, de ella hasta el día de hoy, en la retina de los que aquí vivimos solo quedan las corridas de toros, los viajes, y su apoyo a la cultura, todo ello muy bonito, sino fuera porque la gente tiene el mal gusto de tener que comer.
La unión hace la fuerza. Extraordinario despliegue de inteligencia, unión y colaboración de un pueblo para realizar un bello escenario donde brillaba la alegría y el buen hacer de unas personas que de forma desinteresada han participado.
Lo he pasado de forma extraordinaria viendo en mi ordenador, desafotunadamente lejos de Torrecampo, los diversos pasajes que componían el Belén viviente y reconociendo a la mayoría de sus componentes tan bien caracterizados.
Les doy la enhorabuena a todos los que han participado y a los autores de la maravillosa obra.
Un fuerte abrazo.
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