Recreación de un típico patio al estilo tiznao,
con su brocal y garrucha, el lebrillo del Baño de San Juan y el
azulejo de la Virgen de Veredas. Todo un guiño a la cultura torrecampeña.
Vista parcial del mercado de artesanía.
Chuletas de palillo a la brasa, manjar de la tierra.
Ya lo dice el refrán,
del mar el mero y de la tierra el cordero.
El público abarrotaba el recinto desde el mediodía.
Grupo de Danzas Los Jarales de Alcaracejos.
Comienza el esquileo.
A tijera, duro oficio.
Pisando la lana.
A máquina.
Coro Romero Primero de Mayo de Torrecampo.
Talleres infantiles.
Fresquitas para pasar el verano.
No se cortan un pelo.
Cuadro de Baile de Torrecampo de María del Romero.
El semanario La Comarca nos dedicó su portada.
También otros medios provinciales y nacionales se hicieron eco
de la fiesta.
Participantes de la exhibición y concurso de esquileo.
Para bien y para mal, los responsables de todo.
José Manuel Romero, esquilando mediante el método australiano, alcanzó el primer premio del concurso de esquileo, donde se valoró su juventud, el dominio de la técnica, la limpieza del oficio y el buen trato al animal.
Interpretación de la jota de La Lola, de Villaralto, por el Grupo de Danza
Los Jarales de Alcaracejos.
Como broche de oro a día de fiesta, una de las ovejas esquiladas nos
regaló un precioso cordero, asistida en el parto por el ganadero y un matrón muy especial.
La tercera edición de la Fiesta del Esquileo de Torrecampo, actividad que nació humilde, se ha consolidado en el calendario lúdico y festivo de Torrecampo y Los Pedroches.
Lanzamiento de cohetes y cencerrada callejera anunciaban el día de fiesta. A los torrecampeños se le unieron visitantes de la comarca y provincia, Granada, Ciudad Real y Jaén.
Desde primera hora del mediodía el público abarrotaba un recinto en el que no faltaba detalle y en el que se aunaban, de forma extraordinariamente armónica, economía, oficios, historia, presente, gastronomía, folclore, tradiciones y costumbres que hicieron disfrutar a los centenares de visitantes que allí se congregaron.
Las expectativas se cumplieron con creces y se repartieron más de 2000 raciones de cordero en caldereta, chuletas a la brasa, lechón frito y cachorreñas.
Las actuaciones del Grupo de Danza Los Jarales con sus tradicionales jotas serranas encandilaron al público, como también los hicieron el Coro Romero 1º de mayo y el Grupo de Baile de Torrecampo de María del Romero.
El motivo principal de la fiesta, el oficio del esquileo, entusiasmó a los presentes y hasta once esquiladores de todas las edades participaron en el mismo, dejando claro que es un oficio que goza de buena salud en la localidad.
Talleres infantiles, expositores didácticos en torno al ganado ovino y oficio del esquilador, mercado de artesanía, un nacimiento inesperado y muchas ganas de pasarlo bien completaron este día de fiesta, organizado por la Peña Cultural Belén Viviente de Torrecampo, que se ha convertido en un evento único en suelo andaluz entorno a la cultura y rito del esquileo de ovejas.