Desde siglos el Camino Real de Sevilla a Toledo, atraviesa longitudinalmente Torrecampo. Muchas de sus viviendas eran posadas que servían de alojamiento a cientos de personas, que encontraban en nuestro pueblo el lugar idóneo para pernoctar al final de una larga jornada de camino, antes de adentrarse en la Meseta Castellana o una vez llegados a la noble Andalucía. Y así, algunas de ellas subsistieron hasta ya bien mediado el s.XX. El viajero que se adentre en Torrecampo identificará sin duda cierta homogeniedad en los edificios destinados al hospedaje: hermosas y elegantes portadas de granito de gran valor arquitectónico: El Mesón de la Torre, El Casino o Fonda Crespo(que aún hoy cumple su función de alojamiento) o las Posadas del Moro o la de Venancio, a la izquierda y derecha de la foto,respectivamente.
La fachada de la derecha fue objeto de una desafortunada reforma, aunque afortunadamente se conservó la portada. Respecto a la Posada del Moro , espera una reforma integral que la coyuntura económica parece prorrogar más de lo esperado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario